Travesia de los mayores

Gracias a los amables guardas del refugio de la Renclusa puedo escribiros estas línea desde el móvil y comunicarme tanto con pos padres como con Isaac y los demás que estéis por el campamento.
El primer día intentamos ascender el Tuc de Mulleres, un tresmil asequible y con apenas nieve, cual fue nuestra sorpresa cuando se nos vino encima una tormenta de las que gusta ver desde casa, a escasos 300 metros de la cima decidimos dar la vuelta dado que se empezaban a ver y oír rayos en la arista cimera y llevando los piolets encima no era muy recomendable seguir. Nos mojamos bastante pero esa primera noche dormimos al lado del refugio. Desde ese primer día a penas hemos visto el sol, ayer y hoy nos hemos levantado a las 4:30 de la mañana tan solo para ver como la niebla cubría toda la ruta de ascenso al Aneto, escuchar los truenos y volvernos a meter al saco. Ayer por la tarde despejo un poco y los que quisimos voluntariamente subimos la Tuca Paderna, con 2.628 m. No nos llovió en toda la actividad y justo al pasar la puerta del refugio con la cima en nuestra mochila volvió a descargar la tormenta. Viendo como está el tema debemos dar gracias por esa ventana de buen tiempo q nos permitió subir.
El resto del tiempo lo hemos pasado en el refugio manteniendo la moral alta y disfrutando de estos momentos para conocernos mejor y estrechar lazos. No volveremos a intentar el Aneto, cuando la montaña dice no, mejor esperar, que al menos mientras estemos nosotros en esta, nuestra tierra, no creo que los picos que alimentan nuestros sueños se muevan del sitio, ya nos concederá la naturaleza mejores oportunidades para volver, subir y sobre todo disfrutarla en plenitud. A veces nos marcamos metas, y aunque no las consigamos encontramos nuevas metas por el camino que nos llenan igual o más por dentro a cada uno de nosotros. Esa claro que no era la semana ideal para subir, pero nos quedan dos días y los vamos a disfrutar, de una forma más tranquila pero no por ello menos bonita...

Un fuerte abrazo a todos y buena suerte a los peques con sus travesías...

Por ahí se sube al Aneto...


Así matamos el tiempo...